sábado, 21 de junio de 2008

La influenza


La cantidad de niños que se enferma al entrar en contacto con el virus es muy alta, siendo entre un 30% a un 50% en un año típico. Estas infecciones predominan en los jardines y colegios y son las grandes responsables de las ausencias escolares.
La influenza se define como un proceso febril agudo de las vías respiratorias, causada por el virus influenza A, B y C. Frecuentemente la enfermedad es de carácter leve, pero es muy contagiosa y puede producir complicaciones graves e incluso, mortales.

Síntomas:
Comienza en forma brusca, sin romadizo y presenta fiebre alta de dos a cinco días de duración, escalofríos, tos seca constante y persistente, dolor de cabeza y dolores musculares y, con frecuencia faringitis, especialmente al final de la enfermedad.

Diagnóstico:
El diagnóstico se basa en los síntomas ya descritos y en la forma en como se propaga. La certeza del diagnóstico se hace con exámenes específicos de las secreciones respiratorias del enfermo.

Tratamiento:
Principalmente, reposo, ingestión de abundantes líquidos y tomar medicamentos, como paracetamol o ibuprofeno.
Si los síntomas y especialmente la fiebre persisten más allá de las 72 horas, si tiene tos con expectoraciones o dificultad para respirar, se recomienda consultar a un médico para descartar la presencia de una complicación bacteriana e iniciar el uso de antibióticos.
La inmensa mayoría de los pacientes previamente sanos se mejora al cabo de una semana o diez días sin dejar secuelas de ningún tipo.

Complicaciones:
Las más comunes son las neumonías deshidratación y el empeoramiento de enfermedades crónicas. En los niños se puede producir sinusitis e infección de oídos. también dificultades para respirar. En los menores de tres meses se puede presentar apnea.

Formas de transmisión del virus:
El modo de transmisión más frecuente es la vía aérea, al estar expuesto a la tos de una persona infectada. El período de incubación es corto, entre 1 y 5 días.

Para evitar la transmisión de sus agentes se recomienda:

Cubrirse la boca al toser o estornudar
Usar pañuelos desechables y botarlos luego de un uso
Lavarse las manos a menudo y cuidadosamente
Evitar el contacto con enfermos con infecciones virales o bacterianas.
Lavar las superficies o juguetes contaminados por estornudos, tos o secreciones nasales
No enviar a los niños enfermos a jardín o colegio


Vacunación:
Es la mejor herramienta para prevenir la influenza y sus complicaciones. En Chile se vacuna todos los años a los niños entre 6 y 23 meses de edad, a los mayores de 65 años, las embarazadas, los enfermos crónicos y los trabajadores de riesgo

Ref: Revista “Aula Infantil”

1 comentario:

antipiréticos dijo...

Es lamentable que los niños sean más vulnerables a este tipo de enfermedad que les causa escalofríos, dolor de cabeza y fiebre alta. Se deben tomar la precauciones necesarias, se debe tener siempre en el botiquín medicamentos como los antipiréticos que ayudan a disminuir la fiebre.